Por: Mónica Maydez.
“Mujeres juntas, ni difuntas” ¿Te suena? Es un dicho popular
mexicano que, por muchos años, indicó que no era conveniente que las mujeres estuviéramos
juntas por nuestro ímpetu personal. Porque, juntas, éramos problemáticas,
chismosas, habladoras, etc. Muchas mujeres lo creyeron y se convencieron de que
era mejor no convivir tanto con otras mujeres. Incluso, hay quienes decían que
era mejor convivir con hombres. Otras, compraron el papel que se les asignaba,
de manera indirecta, a través de aquel dicho. Se reunían con otras mujeres para
hablar de la mujer no presente, para comentar el divorcio de alguna conocida,
para decir cuán guapo era tal hombre.
Decían que entre mujeres nos
destruíamos por la manera que teníamos de hablar de las ausentes. Surge entonces
otro dicho “La peor enemiga de una mujer
es otra mujer” porque comenzaron a surgir ataques entre mujeres a causa de
hombres irresponsables e irrespetuosos. No faltó que se le dijera “robamaridos” a aquella mujer que tenía
una relación con un tipo casado y, que muchas veces, ella ignoraba por completo
su situación civil.
Nos hicieron creer que éramos
enemigas y que estábamos aquí para competir entre nosotras, para el agrado de
ellos. Que teníamos que ser las más bonitas, las más populares entre ellos, las
de mejor cuerpo, las mejores arregladas, entre otras. A juzgarnos entre
nosotras por no estar casadas con frases como: “seguro nadie la aguanta” “es
que no se arregla, así quién la va a querer” y frases similares; frases que
sí, en efecto, nos hacían destruirnos entre nosotras.
Por fortuna, esa realidad, está
cambiando. Avanzamos socialmente al grado de que muchas mujeres estamos
promoviendo que dejemos de destruirnos y comencemos a unirnos.
Que en lugar de juzgar a la otra
mujer, a nuestra igual, por tener una relación con un tipo casado, lo juzguemos
a él por no respetar a su esposa ni a su matrimonio. Proponemos cambiar el: “nadie la aguanta” por dar a saber que,
seguramente, es una mujer tan inteligente, autónoma y con alta autoestima que
los hombres cobardes salen corriendo.
Es momento de unirnos como
iguales, de protegernos entre nosotras como lo hacen ellos, de amarnos y
resaltar nuestras cualidades en lugar de criticar nuestros cuerpos o nuestras
formas de ser. Es momento de perder el miedo a unirnos como mujeres, a actuar
juntas, a decirnos cuánto nos amamos y admiramos.
México se ha convertido en un
país feminicida dada su alta misoginia cultural. El patriarcado no nos
favorece, la policía se ha vuelto nuestra enemiga, ellos no nos protegen. Eliminemos
mitos patriarcales como “una mujer
necesita de un hombre que la proteja” ¿De qué? ¿De otros hombres, de él
mismo? De qué si en nuestro país nos matan ellos. ¿No resultaría, entonces, congruente unirnos y protegernos entre
nosotras?
Quizá la frase “mujeres juntas, ni difuntas” la crearon
porque saben que juntas somos poderosas, invencibles; cambiamos leyes,
modificamos el avance social, luchamos por obtener justicia, alzamos la voz y
el patriarcado tiembla… ¡Claro! Por eso no nos quieren juntas.
Mujer: No le des más poder al patriarcado y únete a las demás
mujeres que luchamos por el bienestar integral de todas las mujeres y niñas. Deja de creer lo que ellos te dicen, ellos no nos quieren juntas
porque saben de nuestro poder. Ser feminista, no es otra cosa que estar de tu
lado. No le creas a las noticias ni a las personas que informan sin
conocimiento.
¡Mujeres juntas, somos
invencibles!

¡Gran artículo maestra Mónica!
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