Por: Mónica Maydez.
El tema sobre el que hoy les
quiero hablar, es sumamente sensible, por ello, pido discreción.
Ser madre, fuera de la parte
romántica, resulta un hecho tan estrambótico que nos cambia la vida. ¿Verdad? Y
no por la pequeña sonrisa del recién nacido, o por sus tiernos balbuceos. No. Nos cambia la rutina, algunos objetivos, la
forma en que vemos la vida, nos modifica el trabajo, la manera de viajar, etc.
Todo cambia.
Ahora, si retrocedemos hasta el
momento en que la mujer no sabe que está embarazada, podríamos preguntarle,
preguntarnos, ¿Realmente quiero ser madre? Y es que se ha mitificado tanto la figura
materna que se ha llegado a creer que una mujer encuentra su plenitud justo al
momento de parir. En ese feliz momento en que comienza a realizar la formación
de una familia, con perro y toda la cosa.
Sería muy lamentable entender
que, en realidad, muchísimas mujeres tienen hijos porque piensan que DEBEN
tenerlos. Muchas de ellas se embarazan con la única y efímera finalidad de
complacer a su marido, a la madre de este o a la de ella. Porque desde que
somos niñas, ya nos visualizan como futuras madres.
Si una mujer dice abiertamente
que no es su deseo ser madre, en seguida es catalogada y tachada de mala mujer,
de loca, de machorra, de que quizá quisiera ser hombre, de que no posee el, tan
mitificado, instinto materno, que seguramente sufrió tanto de niña que por eso
no quiere repetir la historia, etc. la sociedad crea infinidad de conjeturas
para culparla por no querer engendrar.
Según el Consejo Nacional de
Población, durante esta pandemia, calculó 145 mil 719 embarazos no deseados[1].
Ahora, pensemos cuántos de esos
embarazos llegaron a término; hablamos entonces, de hijos no deseados y, hablar
de hijos no deseados es adentrarnos en el estudio de vidas perturbadas,
infancias violentadas, niños mal nutridos, pequeños sin la posibilidad de
crecer emocionalmente porque fueron rechazados desde su concepción.
Añadamos a esto, los embarazos adolescentes,
incluso de menores de diez, once, doce años; ¿Cuántos de ellos son productos de
violaciones? No puedo imaginar que una niña de esa edad desee, con todo su ser,
convertirse en madre. Legalmente, uno de los requisitos para adoptar, es ser
mayor de veinticinco años y tener diecisiete años más que el adoptado[2]. Porque hablamos de madurez mental, laboral,
económica, etc. Requisito que aplaudo para lograr que los niños en adopción
sean candidatos a obtener una buena
vida, en el amplio sentido de la palabra.
Si esos requisitos son
indispensables para crear un parentesco civil. ¿Por qué la sociedad doble
moralista quiere obligar a parir a niñas/adolescentes que no poseen dichos
requisitos?
Sigamos con los hijos no
deseados. Atendiendo a los estudios de criminología, nos presentan un cuadro
desolador al mostrarnos la historia familiar de los delincuentes, adictos,
asesinos seriales, etc. Todos ellos con infancias violentadas. ¿Crees que se
trate de hijos deseados? Ahora mira a la sociedad actual. No tenemos que
preguntarnos por qué ahora hay más maldad, más saña contra las mujeres, más
niñas abusadas sexualmente, más niños que desarrollan trastornos mentales, etc.
Mucho se apela por infancias
felices ¿Cómo podríamos llegar a ello si obligamos a niñas, adolescentes y
mujeres a parir hijos no deseados? Sí, seguramente a muchas mujeres les
fallaron las cuentas o el método anticonceptivo, pero estoy segura que aún más
de ellas quedaron embarazadas como producto de una violación[3].
Si no hablamos de maternidades
deseadas, de libertad de elección para ser madres, ¿Cómo podemos festejar este
día? ¿Cómo es posible que la sociedad siga pintando a las madres como seres
sublimes y sufribles? ¿Cómo podemos exigir infancias felices y dignas?
Ser madre es un tema complejo.
Ser madre es algo que solo debe suceder por libre elección de la mujer, ni
siquiera de su pareja, solo de ella pues es ella quien engendrará y parirá al
nuevo ser humano.
Te invito a reflexionar sobre tu
maternidad o futura maternidad. No te sientas obligada por la sociedad, por la
familia o por tu pareja. Engendra hijos solo si es tu deseo. Si no, no pasa
nada, eso no te hace menos mujer.
[3]
La violación sexual puede ocurrir con coacción, pero también ocurre cuando el
marido obliga a la mujer o la chantajea para tener relaciones sexuales. NO ES
NO. Ni aun tratándose de tu pareja. Tú eres libre de decidir en qué momento
tener relaciones sexuales.

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