Mónica Maydez.
En el 2018 el ranking de
educación, posiciona a México en el nivel 35 y además lo resalta en Lectura con un puntaje mayor, en
comparación con otros países del mismo nivel socioeconómico, esto pinta un halo
de optimismo en la sociedad mexicana; la lectura nos permite abrir horizontes.
Percibo la educación mexicana un
tanto deficiente en cuanto a la descalificación que se le hace a las artes. Por
ejemplo, las escuelas superiores están especializadas en la formación del
profesionista, quizá por ello excluyan materias o áreas tan vitales como el
arte, entre ello, la literatura.
Sin embargo, esta área es vital
para nuestro desarrollo intelectual y humano. Quisiera enfocarme solo a la
literatura; me parece que es algo que debería acompañarnos toda nuestra vida,
sin importar la profesión que elijamos. Esto porque, sé que habrá profesionales
que leen bastante aunque limitado, solo en el área correspondiente. Dejar a un
lado las novelas, los cuentos, la poesía, etc. nos limita en el ámbito
literario.
Todos los textos conllevan una
enseñanza, algo que pondríamos en práctica o algo que jamás pondríamos en
práctica; se traduce en una enseñanza. Sin embargo, nos olvidamos de acompañar
nuestra vida con ellos; vamos descartando, lo llamamos “ser selectivo”. Conozco personas que dicen: “Solo leo los clásicos” o “Solo
leo libros que hayan sido escritos hace más de cien años” “Yo no leo novelas”
“Los cuentos no me interesan, son para niños” ¿Por? La literatura contemporánea
está hecha con una mirada actual, trate el tema que trate.
Novelas, de ayer y hoy, con basta
sabiduría nos son necesarias para alimentar nuestro espíritu, nuestro
intelecto. Poemas de Oriente o de América, nos son obligatorios para nutrir
nuestra alma, nuestros sueños. Cuentos del espacio o de la tierra, nos son
forzosos para no dejar morir a nuestra imaginación. Ensayos y artículos, los
requerimos para aumentar nuestro conocimiento.
Los textos son pilares, pilares
que no nos permiten caer. La vida, en ciertos aspectos, se vuelve difícil. Leer
nos permite crear un ambiente diferente; conocer alternativas aplicables a
cierta problemática; acercarnos a otras realidades; cambiar nuestras
prioridades, colocando piramidalmente en
lo alto, al conocimiento; dejando en la base las apariencias, lo superfluo.
Los textos nos dan respuestas,
respuestas que están esperando ser conocidas. Tanta complejidad que vivimos que
a veces no comprendemos; la literatura nos conforma dándonos aquellas respuestas.
Escribimos para entender, para conocer, para saber; leemos para comprendernos,
para conocernos, para entendernos.
Sí desde pequeños tuviéramos el
acceso, la cultura y las ganas de aprender leyendo; sin equívoco diría que
nuestra vida sería menos compleja. Estaríamos preparados para enfrentar
diversas circunstancias. Seríamos una sociedad menos violenta y más soñadora.
Comparando a niños y niñas de
países como Islandia con el nuestro, leen libros completos, novelas, cuentos,
etc. desde los cinco años. ¿Cuántos libros completos ha leído tu hija o hijo?
No creas que eso compete a la escuela, recuerda que en la escuela se enfocan en
la formación de profesionistas y dejan de lado todo el arte. Esto depende de
nosotros como padres o madres o educadores.
El sistema Montessori permite que
los alumnos lean un libro cada semana. No necesitas un sistema Montessori para
hacer que tu hijo o hija lea un libro completo a la semana, es una tarea
exclusiva de los padres o madres, los pequeños aprenden del ejemplo y la
motivación.
Regresando a Islandia, celebran
Navidad con libros; desde noviembre circulan el catálogo con los ejemplares
disponibles. Los regalos de navidad son libros; entre infantes y adultos.
Libros y no juguetes que estereotipan a nuestros hijos o hijas (como la
cocinita, la muñequita, la pistolita, el carrito, etc.) Sin duda es mucho más
valioso y estimativo un libro y si, además, lo comparamos con el costo de los
juguetes, es mucho más económico. Con un libro INVIERTES en tu hija o hijo; con
un juguete, GASTAS tu dinero.
No digo que gastar miles de pesos
en juguetes sea malo, al final cada quien hace con su dinero lo que mejor le
parezca; solo creo que un libro forma de manera integral a nuestros pequeños,
los juguetes solo sirven para un momento de diversión y después, el juguete ya
no es requerido; pero ese momento de uso, créeme, marca y enseña un estereotipo
a los pequeños que los mal acompaña toda su vida.
No te excuses diciendo que no hay
tiempo para la lectura ¿Cuánto tiempo pasas mirando el celular y leyendo notas
(o chismes) en las redes sociales? Los libros son tan nobles que no exigen
mucho tiempo; pasa quince minutos leyendo al día, comienza de a poco, como en
los entrenamientos; estoy segura que, cuando llegue la pasión, leerás más de una
hora al día.
Si no quieres caerte, no
escatimes en la lectura.

¡Grandioso maestra Maydez! Gracias por defender esta causa tan importante.
ResponderBorrarGracia a ti, Ale, por leerlo y compartirlo.
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