La vida después de aceptar el feminismo.

 

Por: Mónica Maydez.

 

Hace tan solo unos años el feminismo comenzó a agobiar a la sociedad machista compuesta por hombres feminicidas. Sí, porque los que no asesinan se convierten en cómplices con sus silencios, con sus burlas, con su incomprensión sobre la violencia, con sus chistes misóginos, etc. Resulta que la ideología feminista refuta todas esas actitudes que claro, no les parece.

La ideología patriarcal define a una buena mujer como aquella que está en casa cuidando a sus hijos, haciendo la comida y teniendo una casa reluciente. Una mujer que se arregla para su marido y que le es fiel hasta la muerte. Pase lo que pase con él, ella siempre estará detrás para darle soporte. “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer” es una frase sexista que nos coloca a las espaldas del hombre triunfador.

Pinta la figura de una mujer perfectamente depilada y arreglada para agradar al sistema. Haciéndole creer que siguiendo los paradigmas impuestos al momento de vestir, logrará ser reconocida y valorada como mujer, aceptada en todos los espacios propios del patriarcado.

Llega el feminismo y derrumba esa creencia.

Los medios de comunicación ofrecen una imagen distorsionada de la lucha feminista. Proyectan mujeres pintando paredes, agrediendo, enseñando los pechos, gritando, quemando, destruyendo, etc. sin un contexto del porqué lo hacen de ese modo. Mismas mujeres niegan ser representadas por aquellas que luchan, pero que gustosas aceptan y disfrutan de los logros de la lucha.

O acaso, mujer, ¿Crees que el hecho de que hoy puedas votar, conducir, leer, escribir, ir a la universidad, divorciarte, postularte para puestos de gobierno, vestir como te da la gana, etc. es algo que se le ocurrió darnos al patriarcado? A Todos esos derechos los preceden luchas feministas; mujeres que se despojaron de sus ideologías para adoptar las feministas y luchar; luchar para obtener de lo que hoy puedes disfrutar. Por ello, antes de decir “Ellas no me representan” recuerda todo esto.

La ideología feminista es hecha por mujeres tomando como antecedente las dificultades que se viven desde el ser mujer. Esta ideología nos define como seres individuales e independientes. Nos regala el hecho de concebirnos como personas sin ataduras. Dejando atrás el hecho de vivir para ellos, nos permite visualizarnos y realizarnos como las triunfadoras y no detrás del triunfador.

Nos permite comprender que nuestro cuerpo nos pertenece a nosotras y no al patriarcado, por ello vamos deshaciéndonos de estereotipos, de imposiciones; básicamente de lo que debería ser según el sistema patriarcal. Desechamos mitos sobre nuestro cuerpo, tales como la menstruación, los vellos, el cabello largo, el goce sexual falocéntrico, parir, amamantar, etc. Todo ello, entonces, lo tratamos con amor; tratamos con amor y libertad nuestro ser mujer.

Aunado a ello, eliminamos la idea de que las mujeres somos rivales o enemigas en cuestiones de amor o de trabajo. Dejamos de competir por quién es la más bonita; la más delgada; la que tiene más pegue. Nos enfocamos en tejer amistades, soportes, redes de apoyo; para empujarnos y lograr lo que cada una quiera lograr.

¿Sabes que tan hermoso es ver a otra mujer desplegar sus alas? Aún más hermoso es verla volar y sonreír porque un día, tú, mujer, le ayudaste a emprender el vuelo.

La vida después de aceptar la ideología feminista nos permite identificar violencias propias y ajenas, agudiza nuestra percepción, prohíbe cosificarnos, elimina roles y estereotipos de género, nos permite hallar nuestra identidad femenina, nos concibe como seres humanos pensantes, capaces y libres. No sin antes atravesar una deconstrucción dolorosa.

Mujer, no te creas todo lo que dicen los canales televisivos; si tu deseo es conocer más sobre el feminismo, allégate a fuentes y personas confiables.