Por: Nayelly Garzón.
Finalmente estamos a pocos días
de culminar el 2020, este año que ha marcado significativamente la historia
humana y seguramente también el aspecto personal. Nos mostró qué, si seguimos siendo
presas de nuestros malos hábitos, podemos atravesar un valle de lágrimas.
Nos golpeó duro, mostrándonos una
valiosa realidad: la salud es lo más importante que tenemos.
Como dije antes, este es un
momento para evaluar, recordar y proyectar nuevos objetivos y
propósitos. Vivimos ya en nuevo contexto, una realidad nueva, qué nos exige ser
más responsables y más conscientes de nosotros mismos, para así serlo también
con los demás.
Si la salud es lo más importante
que tenemos, debemos realizar una auto evaluación para determinar; ¿qué tan
saludables somos, qué podemos mejorar, qué procesos podemos integrar y qué
costumbres nocivas debemos eliminar?
Personalmente, considero que un
estado físico saludable es sostenido por cinco pilares: alimentación de calidad y equilibrada, correcta
y suficiente hidratación, actividad física diaria, un buen periodo de descanso
y recuperación, y el consumo de complementos alimenticios prescritos por un
profesional. Estos pilares, adaptados adecuadamente a un estilo de vida con
relaciones y emociones más positivas, con actividades de esparcimiento y
cultura más liberadoras, nos prometen experimentar una vida más sana y
resiliente.
Desde que tengo uso de
conciencia, la activación física ha sido un tema importante dentro de la salud pública.
En todos lados leemos las leyendas como “Ejercítate diariamente”, “Haz
ejercicio”, “Muévete”, “Camina 20 minutos al día”, etc. Y en efecto no se
equivocan, los beneficios de la activación física son innumerables y se
prolongan cuando se conjugan con los otros cuatro pilares.
Pero aquí hay un asunto
importante que debe ser tratado antes. Nuestra sociedad mexicana tiene una
idea equivocada acerca de la activación física y hasta cierto punto una
aversión a ella. La concebimos como una tortura, como algo que está diseñado
para hacernos sufrir, para hacernos pagar por lo miserables que somos. "Algo que
da flojera, algo que fatiga". O podemos también percibirla como algo lejano,
ajeno, reservado para las personas fitness, para quienes aman el gimnasio o
para los deportistas de alto rendimiento que vemos en los medios.
Y la realidad es que no, la
activación física es para tod@s. Mediáticamente nos han hecho creer que somos
una sociedad sedentaria, cómoda, ya muy semejante a la sociedad norteamericana.
En efecto, estamos padeciendo problemas de salud críticos, gracias a que la activación
física es considerada un elemento accesorio, pero no fundamental.
La gran interrogante que viene a
mi mente es la siguiente: ¿Por qué los mexicanos no practicamos activación física?. La respuesta es sencilla, no la practicamos porque no está incluida en la lista
de aspectos importantes para la vida.
Culturalmente nos enseñan a que
debemos prepararnos intelectual y profesionalmente, tener una familia, tener estabilidad
económica, ser buenos ciudadanos, cumplir con nuestros deberes, pero jamás nos
hablaron de que podíamos ser todo eso, además de personas que se ejerciten, que
se muevan, que practiquen la disciplina deportiva que más les guste.
Nadie nos enseñó que la activación física no es una tortura, que ser intelectual no está peleado con ser una persona que guste del ejercicio. Que además del fútbol o el béisbol, existen más disciplinas o actividades que podemos realizar. Que antes de esclavizarnos a los medicamentos, existe una alternativa gratuita, que en la gran mayoría de los casos puede minimizar los efectos de los padecimientos y con disciplina, hasta curarlos por completo.
Nadie nos enseñó que cuando activamos nuestro cuerpo, lo estamos amando de la manera más natural y más sincera posible.
Se deben desechar pensamientos cómo; ¡qué flojera!, ¡no tengo tiempo!, ¡el ejercicio no va conmigo!
Basta con permitirle a nuestro
cuerpo que hable y nos dirija. Para iniciar, no es necesario el gimnasio, ni
los aparatos más costosos, ni la ropa deportiva más cara, ni las actividades
más demandantes, el gimnasio lo tenemos incluido. Consta en ser conscientes de
que por lo menos veinte minutos de una relajada caminata, saltar la cuerda o trotar,
pueden salvar nuestra vida. Descubrir lo divertido que puede ser activarse de
manera individual o en familia.
Pongamos en nuestra lista de propósitos
del 2021 iniciarnos en la activación física, sin importar la edad o el género. No
por vanidad sino por salud.
Para finalizar, quisiera hacerte
una pregunta ¿Cuántas disciplinas o actividades deportivas has practicado
durante tu vida?
Me gustaría leer tus comentarios.

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