Pretextos para no ocuparse de lxs niñxs y adolescentes.

Por: Nayelli Sánchez

“El no querer es la causa, el no poder el pretexto”
Séneca.


En cualquier momento de nuestra vida, aprendemos a utilizar los pretextos, por lo que en algún momento creemos que los necesitamos en nuestra vida, sin embargo, es una forma de evitar nuestra responsabilidad ante la situación en la que los aplicamos, como en la escuela, con familiares, en el trabajo, los hijxs, etc.

Pero sabes ¿a qué se refiere la palabra pretexto?, según la Real Academia Española, es el motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo o para excusarse de no haberlo ejecutado.

Dentro de los hogares, esta practica de decir pretextos, ocurre seguido con algunas personas que están al cuidado de los menores de edad, ya que curiosamente en ese preciso momento que el menor tiene una demanda o alguna necesidad, las personas adultas tienden a decir “espérame, es que…” y al final la prioridad del cuidador responsable son todos sus asuntos pendientes y al final de la lista se quedó el menor.

A continuación, les dejo ejemplos de partes de diálogos que comúnmente se utilizan:

  • -          Es que no puedo ahorita…
  • -          Es que no tengo tiempo…
  • -          Ya me tengo que ir, cuando llegue…
  • -          Dile a…
  • -          Luego, ahora no…
  • -          Ese día es imposible…
  • -          Tengo que…
  • -          Me siento mal…
  • -          No llegue por ti por…
  • -          Tengo cosas que hacer…
  • -          No tengo trabajo y no puedo…
  • -          No tengo dinero…
  • -          Que dirán de nosotros si…
  • -          No me puedo partir en dos…
  • -          No he podido…
  • -          Estoy cansadx…

Todos estos pretextos, excusas, coartadas, historias o como la quieren llamar, afecta demasiado en los menores de edad, a veces, suelen pensar o sentir que no son amadxs, que algo están haciendo mal, aprenden a no expresar sus necesidades y sus sentimientos, se sientes ignoradxs, solxs, devaluadxs, abandonadxs, entre otros factores emocionales, relaciones familiares pobres, etc.

Recuerden que los adultxs somos los que tenemos la responsabilidad total de satisfacer las necesidades de los peques y adolescentes, por lo que te invito a que, si te identificas con este texto, reanudes tu compromiso con tus hijxs ya que dependen de ti y siéntete orgullosx de la gran labor que estas realizando para su bienestar.

 

E-mail: psicoterapeuta.nayelli@gmail.com

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