Por: Mtra.
Nayelli Sánchez Acosta
¿Tienes
dos hijos o más? Y a aparte, entre ellos hay una relación de lucha,
competencia, enemistad, celos, hostilidad, etc.
Quiero
compartirte que es normal la rivalidad entre hermanos, es un proceso natural de
socialización y que se produce dependiendo de la edad, sentimientos, el número
de hermanos, personalidad de cada uno, contexto, entre otros y puede comenzar
incluso, antes del nacimiento. Por ejemplo, los celos del (los) hijo(s), al
saber que va(n) a tener otro hermano. Día a día, descubren que la atención es
para el nuevo miembro de la familia e inclusive el amor (aunque a veces no lo
sea), esto genera en el niño además de celos, tristeza, enojo, soledad,
frustración, sentimiento de no ser o sentirse querido, etc.
Dentro
de este proceso, hay cambios y aprendizajes significativos que dependen
principalmente del núcleo familiar a través de un desarrollo de sociabilización,
para promover en los hijos el conocimiento de: aceptar al nuevo integrante, relacionarse y tener una convivencia sana,
compartir (a mamá, papá, juguetes, materiales didácticos, etc.), a superar y
solucionar problemas, defenderse, desarrollar habilidades de afrontamiento,
luchar por lo que quieren, defender su punto de vista, por mencionar algunos.
Por
otra parte, hay hijos a los que, este proceso de adaptación, se les dificulta y
reaccionan ante los padres y hermanos con agresión o desde la negación. Ante esta
respuesta, recuerda que el niño está pasando por una situación en la que necesita
el apoyo y comprensión de mamá y papá, una recomendación es: acércate y platica
con tu hijo, sobre qué significa para él lo que está sucediendo y cómo lo está
viviendo, qué siente y qué necesita; para que, con esto, tengas información, puedas
ocuparte, y, si es necesario, busques a un especialista.
La forma
en que los padres de familia orienten a sus hijos entre la relación de hermanos
y la manera en que son parte o no los hijos, al recibir al nuevo integrante de
la familia, será importante para generar lazos afectivos entre hermanos,
conforme van creciendo o durante esta fase, para evitar dicha rivalidad.
Por
otro lado, es importante preponderar el principio de la justicia y la equidad
del arbitraje en mamá y papá, además de tomar en cuenta los siguientes puntos
antes, durante o después de este proceso de rivalidad:
· No
los compares, cada uno es único y especial.
· Elogia
y reconoce a todos tus hijos, sus logros, iniciativas, etc.
· Asígnales
responsabilidades de acuerdo a su edad.
· Ten
a la vista las reglas y límites de las actividades y de la convivencia.
· No
los etiquetes y no permitas que lo hagan entre ellos, el respeto es vital para
una relación sana.
· Fomenta
el trabajo en equipo.
· Ayúdales
a expresar sus emociones y a poner límites entre ellos.
· Utilizar
las palabras mágicas: gracias y por favor.
· Escucha
lo que necesitan
Por
último, recuerda que, con paciencia y amor, la relación entre hermanos es
posible sabiéndola sobrellevar desde el respeto, compromiso, comprensión,
empatía, harmonía, etc. para el bienestar entre ellos y la familia en general.
Facebook: Nayelli
Sánchez
E-mail: psicoterapeuta.nayelli@gmail.com

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