HONRAR A MIS MUERTOS, MÁS QUE UN ALTAR


Por: Erika Varela

Aprovechando la celebración de este día de muertos me atrevo a preguntarte: ¿cómo honras a tus muertos?
Gracias a las historias que nos cuentan nuestros padres y abuelos, al impacto de las redes sociales en nuestros días, a la atención que otros países han puesto en las tradiciones mexicanas e incluso a  películas extranjeras como: “coco” y “Spectre” del agente 007, la celebración del día de muertos en México se ha llevado a otros niveles. Se hacen desfiles que antes no se tenían contemplados y se ha difundido con mucho más ímpetu cuál es la finalidad de poner un altar con las fotografías de nuestros difuntos, con la comida y bebidas favoritas de estos.
No todos en México colocan el altar tradicional, ese que sí, muchos aprendimos directamente de nuestros padres o abuelos. Hoy, además de colocar lo tradicional, se incluyen fotografías de cantantes o actrices que quizá nunca se conocieron en persona. ¡Ah!, y no olvidemos a las mascotas, hay quienes también ponen elementos para estos seres que consideraron como parte de su familia. Es una forma linda de recordar aquellos que alguna vez formaron parte de nuestro entorno o que, aunque no los hayamos conocido, son nuestros ancestros.
Pero, ¿cómo los honramos cuando no es día de muertos? Además del altar y todo su contenido, ¿qué más podemos dedicarles a nuestros familiares, amigos e incluso mascotas que ya no están presentes?
Te voy a contar la historia de Martha. Ella perdió a su esposo Daniel, quien murió de un ataque al corazón, hacía algún tiempo. Llegó la fiesta de muertos y, como cada año, puso un altar dedicado a Daniel. Uno de sus nietos le preguntó para qué ponía el altar y ella le respondió que Daniel, su abuelo, venía esa noche a cenar con ellos a lo que el niño respondió: “abuela, mi abuelo está muerto, los muertos ya no comen, vamos a comer nosotros”. Martha quedó sorprendida de la respuesta de su nieto.
Esa noche en verdad habría una cena con toda la familia. Martha y Daniel tenían 2 hijos, los cuales llegaron esa noche para acompañar a su madre. Juntos, la madre, los hijos y los nietos platicaron y disfrutaron largo y tendido. A lo lejos, mientras cenaban, Martha escuchó a uno de sus hijos decir a su nieto una frase que era característica de Daniel: “cuando te sientas solo puedes contar contigo mismo… y también conmigo”, Martha se sintió muy emocionada al escuchar lo que su hijo había dicho y le preguntó por qué decía eso. A lo que su hijo respondió: “era la forma que mi padre tenía de hacerme sentir amado y protegido, mi papá no me abrazaba, recuerdo, pero me hizo saber que me quería y que siempre estaría ahí para mí cuando lo necesitara”. Martha comenzó a llorar, se dio cuenta de que no solo poniendo el altar recordaría y honraría a su esposo, había acciones que podía llevar a cabo todo el tiempo, todo lo que había aprendido y vivido junto a Daniel tuvo sentido y ella elegía si quedarse con aquellos momentos no tan agradables o darles peso a aquellos que tanto había disfrutado, y no solo eso, llevar a cabo acciones de todo lo que le parecía que Daniel hacía con cariño. Decidió, a partir de ese momento, honrar a Daniel, cada uno de sus días, estando, primero,  para sí misma, para sus hijos y para los que amaba, así como lo aprendió de esta frase de Daniel.
Honrar a nuestros muertos no es solo poner un altar. Honrar a nuestros muertos es tomar aquello que nos gustó de la forma en la que vivieron su vida e incluirlo en la forma de vivir la nuestra. Honrarlos es poner en práctica todo aquello que ellos dejaron en nuestra memoria y permitir que nutra nuestra vida y que siga pasando de generación en generación, llevando valores y bienestar, no solo a quien se queda vivo sino a toda la humanidad.      
Comparte aquellas formas que te gustaron de cómo vivieron sus vidas tus difuntos, muéstrale a la humanidad lo positivo de tus ancestros, de tu familia, hónralos transmitiendo lo mejor de ellos al mundo.
E-mail: psicoterapia.evarela@gmail.com


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