TALENTO


DESCUBRIENDO EL TALENTO DE MI PEQUEÑO Y MI PEQUEÑA.

“Una cosa que han descubierto los científicos es que, los niños que reciben alabanzas con frecuencia se vuelven más inteligentes que los que reciben reproches con frecuencia. Las alabanzas contienen un elemento de creatividad”

Thomas Dreier

Una de las tareas de los padres y madres de familia, es acompañar y apoyar a sus peques en diversas actividades de interés que presenten desde temprana edad.
Por lo que definiremos a qué se refiere la palabra talento, del latín talentum, es la aptitud natural e inteligencia, es la capacidad de entender algo, es el desempeño de algo, que muestra la persona ante cualquier actividad.
Cuando llega un nuevo integrante a la familia, de inmediato cada uno de los integrantes tiene sus propias expectativas hacia el bebé, imaginándose algo con respecto a su futuro y por lo tanto, conforme crece, los padres, madres, abuelitas, abuelitos, tías, tíos, etc., aportan mucho o poco para la educación personal, social y emocional del bebé, sin embargo, llega una edad en la que el menor tiene la capacidad para expresar lo que quiere de acuerdo a sus necesidades e incluso, lo que quiere en ese momento.
Por supuesto que demandan muchas cosas que son vitales para su primera infancia y desde ahí, la familia tiene un papel importante para el buen desarrollo de cualquier talento del menor que comience a manifestar.
Pero, ¿a qué me refiero?, recuerdan las expectativas de la familia, primero tienen que ser conscientes que es posible que no pasen, ya que conforme va creciendo el niño o la niña, sus intereses van cambiando y mientras se define algún talento, el entorno acompañara su proceso desde una expresión emocional sana, es decir, reconocer y manejar los sentimientos propios y hacia el menor para dar motivación, seguridad y autonomía ante cualquier iniciativa que tenga el niño o niña ante cualquier actividad.
Es importante reconocer que el talento de algunos peques fluye de manera natural, otros desde la creación, pero también se desarrolla con la práctica y el entrenamiento.
Aquí unas recomendaciones para iniciar en este camino con sus niños y niñas.
§     Hasta el primer año de vida, trata y háblale con amor, muéstrale tu afecto y dale la atención que necesite, toca a tu bebé, abrázalo, bríndale seguridad y juega mucho con él.
§     Durante el primer y segundo año, permítele a tu hijo o hija, experimentar del mundo viviendo diferentes experiencias con libertad y respeto, para fomentar su autonomía ante sus actividades de desarrollo y de aprendizaje con la misma seguridad que le brindaste anteriormente.
§     De los 2 hasta los 5 años aproximadamente, los niños y niñas tienen esta iniciativa desde el saber “yo puedo” y comienzan su propia exploración y aprobación, en algunos casos, algunos niños se frustran, pero es un proceso necesario para el crecimiento personal y aprender de esa experiencia especifica. Aquí la importancia de que tengan un acompañamiento y apoyo de sus papás y mamás.
§     Entre los 5 y 8 años, el niño y la niña, ya tienen más claridad de lo que quieren y en que actividades son mejores, cuales no les gustan y en cuales hay que dedicarles más tiempo, por lo que, en compañía de su familia, es importante el no juzgar, aceptar, ser honestos, compartir sus puntos de vista y seguir acompañándose en proceso de descubrimiento en las habilidades y capacidades del menor.
§     Por lo que durante los 8 años y 12 años (pre-adolescentes), la propia experiencia del menor y la de los papás y mamás, la responsabilidad, la comunicación y considerando los puntos anteriores, será más fácil que proyecten su confianza, seguridad, motivación de sus talentos adquiridos hasta este momento para seguir adelante o no con ellos y con más herramientas.
Claro que los puntos antes mencionados se integran y/o se adaptan a la forma de educación de cada familia y etapa de los menores, junto con sus costumbres, creencias, reglas y límites. Tomando en cuenta incluso que el cambio a veces es bueno para el bienestar de la familia en general.
Quiero cerrar este artículo, concluyendo que cada niño y niña tiene su propio proceso de darse cuenta y también su proceso de ser creativo para lo que quiere realizar desde su propio talento, además, siendo papás y mamás que acompañan a sus hijos e hijas en este camino, a veces, no es fácil, por lo que te invito a buscar ayuda profesional para que el trayecto sea aún más enriquecedor para todos los miembros de la familia.
¡NO ESTAN SOLOS PAPÁS Y MAMÁS, PIDAN AYUDA SI ES NECESARIO!


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