Reflexionando sobre...


La educación de mis emociones.
Por: Selenia Hurtado.

Este pensamiento que comparto es un breve pero importante llamado a poner atención en nuestro interior y exterior para lograr identificar las emociones que forman parte de nuestra vida y entender que ellas día a día son nuestro “motor” que nos permite avanzar a cierto ritmo. Si no están funcionando adecuadamente, podríamos tener un accidente a nivel persona; así que es importante conocer esos motores e identificar su estado evitando así cualquier inminente desastre.
El educarnos es descubrir, adquirir y  desarrollar nuevos conocimientos no solo cognitivos sino emocionales. ¿Quién ha dicho que las emociones son exentas de ser educadas? No hablo de una situación conductista, hablo de la importancia sobre conocer nuestras emociones desde pequeños, ¿Qué son? ¿Cómo me hacen sentir ciertas situaciones y momentos? ¿Qué emociones son las que tienen mis compañeros, mis padres, mis hijos, mis amigos, mi pareja, etc? ¿Qué emociones son las que me gusta sentir y cuáles son las que me hacen sentir incomoda(o)?
La palabra emoción proviene del verbo emocionar, que significa poner en movimiento, el término moción tiene el mismo origen de la palabra motor; en esta simple pero concisa definición podemos considerar a las emociones como aquellos “motores” que hacen que cada persona se mueva de manera sensible, tanto al interior de sí como externamente. (Chabot, 2009).
También es considerada la emoción como un estado afectivo, una reacción subjetiva al ambiente, involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el entorno y se utiliza para valorar una situación concreta y por tanto influye en el modo en el que se percibe y se actúa ante tal situación.(Levenson, 2005).
Por lo tanto, el educarnos en emociones  sin lugar a dudas es parte de la educación para toda la vida, se encuentra dentro de una educación integral que nos forma como personas empáticas, valorando la importancia de éstas en los entornos de la vida: personal, familiar, social,  profesional, laboral, amoroso; este enfoque educativo proporciona las capacidades necesarias para afrontar los retos y problemáticas sociales de una manera real y humanista.
Las competencias emocionales se relacionan con la demostración de autoeficacia al expresar las emociones en las relaciones sociales, para que esto se pueda lograr es necesario conocer las propias emociones y tener la capacidad para regularlas hacia los resultados deseados, tales  resultados dependen de las necesidades y principios morales que cada persona tenemos, los cuales forjamos desde la cultura y la sociedad en la que nos desenvolvemos.
Reflexionemos sobre nuestra situación emocional, sabemos realmente ¿Qué son las emociones? ¿Cuáles son las emociones más importantes en nuestra vida? ¿Por qué es que son importantes para mí?
Te invito a reflexionar…


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