Be gay-Be proud.
Por: Mónica Maydez.
Cierto
es que la marcha que cada año se celebra en la avenida Reforma y que muchos
tachan de exhibicionismo y además no apta para menores, tiene una historia, y
esa historia surge a partir de la petición de los derechos de matrimonio y de
formar una familia, entre otros, tal como lo dicta nuestra Carta Magna, para
cualquier mexicano. Resulta que es tal la discriminación que este grupo
arcoíris tiene que exigirlo y luchar por ello, ya que el Estado no lo respeta
como lo marcan los Derechos Humanos Universales.
La
primera marcha se realizó en 1978 con el Frente homosexual de acción
revolucionaria. Desde entonces no han parado, cada año la ciudad se pinta de
los colores del arcoíris e intenta dejar a un lado prejuicios y celebra la
marcha del orgullo. Corporaciones, asociaciones, instituciones, etc. Se suman
cada año pintando sus logotipos con dichos colores alegres y marchando desde el
Ángel de la Independencia hasta la plancha del Zócalo.
Grupos
de apoyo han surgido desde entonces y cada vez surgen más, conforme la
diversidad se va descubriendo. Los hay conformados por padres y madres de hijos
de la comunidad; otros formados por familias lesbomaternales u homoparentales;
incluso hay grupos religiosos hechos por y para la comunidad, creando un
interminable debate sobre si el Dios de Abraham acepta o no tales formas de
amar.
La
visibilidad social y el acogimiento jurídico de las familias diversas se ha
tornado en un arma de dos filos. Por una parte, genera aceptación en algunos
grupos sociales, en otros, crea rechazo y aumento de crímenes de odio.
Nuestro
país, (gobernantes, gobernados y leyes), pretende ser gay friendly, y de a poco se han ido reconociendo los derechos, que
de por sí, ya correspondían. No se puede negar un avance legislativo en materia
de matrimonio. Instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social,
están dispuestas al reconocimiento de estas parejas y hacerlos dignos de
derechos sucesorios.
La
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha declarado, recientemente, que las
parejas LGBT pueden adoptar, siempre y cuando cumplan con los requisitos con
los que debe cumplir cualquier adoptante, esto a partir de las consideraciones
del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Fundada en múltiples estudios que
declaran que los hijos de estas parejas son, notablemente, más felices,
empáticos, libres, inteligentes, empoderados y amados; gozan de mayor
protección y una fuerte relación con los padres/madres.
De
la mano, como lo instituye el artículo 4° de nuestra Ley Máxima, todos los
ciudadanos tenemos derecho a la salud y para ello están las instituciones que
nos brinda el gobierno. Tal es el caso de las personas con VIH o SIDA. Las
personas trans, que requieren modificaciones
corporales o tratamientos hormonales. Las mujeres lesbianas o bisexuales tienen
derecho a recibir atención de gineco-obstetricia. Todo ello debe brindarse
libre de prejuicios que no presupongan la heterosexualidad de las personas.
Se
olvidan de incluir métodos de reproducción asistida tales como la Fertilización
In Vitro, la Inseminación artificial y la gestación subrogada. España ha sido pionero
en brindar estos servicios a la comunidad a través de los sistemas de salud
pública; actualmente en México solo existen de forma privada y al alcance de la
clase social media-alta.
En
cuanto a la identidad de género, el Código Civil nos revela que, se puede pedir
la rectificación de nombre y sexo de la persona. Puede solicitarse una nueva acta
de nacimiento por reasignación de concordancia sexo-genérica. Además, recibir
administración de hormonas, psicoterapia de apoyo, intervenciones quirúrgicas.
Esto tendrá como resultado la identidad jurídica de hombre o mujer, según
corresponda.
En
cuanto a los Derechos Humanos de los que goza esta comunidad, no tendrían por
qué explicarse de manera apartada. Gozan de los mismos derechos que cualquier
persona. Lo sostenido en la Carta Magna y en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, incumbe a las personas sin importar orientación sexual o
identidad de género, por mencionar algunos:
-Derecho a la educación;
-Derecho a la salud;
-Derecho a formar una familia;
-Derechos sexuales y reproductivos;
-Derecho al trabajo;
-Derecho a vivir de forma libre, sin acoso policiaco; y
-Derecho a vivir sin actos discriminatorios.
-Derecho a la salud;
-Derecho a formar una familia;
-Derechos sexuales y reproductivos;
-Derecho al trabajo;
-Derecho a vivir de forma libre, sin acoso policiaco; y
-Derecho a vivir sin actos discriminatorios.
Ante
la negación de derechos, la persona vulnerada puede acudir a la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos, ubicada en Periférico Sur 3453, Colonia San Jerónimo
Lídice, Alcaldía Magdalena Contreras, C. P. 10200, Ciudad de México.
Orientación jurídica y quejas:
Teléfono: (55) 56 81 81 25, extensiones: 1123 y 1127.
Larga distancia gratuita: 01 800 715 2000.
Atención las 24 horas del día durante los 365 días del año.
Larga distancia gratuita: 01 800 715 2000.
Atención las 24 horas del día durante los 365 días del año.
No es necesario acudir con un abogado,
dado que la Comisión es un órgano de paz.
La
comunidad arcoíris está siendo cada vez más aceptada, cierto es que también se
han desatado actos homófobos/lesbófobos por el mismo avance. México ocupa el
lamentable segundo lugar en crimines de odio por homofobia, solo superado por
Brasil.
La marcha por el orgullo, más que exhibicionismo,
representa a toda una comunidad vulnerable, ignorada, estigmatizada, rechazada
y repudiada que sale a las calles a exigir respeto y libertad.
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