LA ACEPTACIÓN DE NUESTRO CUERPO Y LA CRIANZA DE NUESTROS HIJOS


Por: Lucía Vázquez.

Actualmente estamos llenas de estímulos sobre qué hacer o no hacer respecto a  la manera en que criamos a nuestros hijos y es que, ya lo hemos escuchado mil veces: “ser mamá o papá no es fácil” y cómo va a serlo si estamos cargadas de mandatos por parte de nuestra familia, amigos, pareja, medios de comunicación, de cómo fueron nuestras abuelas y madres, cómo es la vecina, la mamá o papá modelo de la escuela de nuestros hijos que nos van diciendo de forma inconsciente qué o no hacer al respecto.
¿Por qué habríamos de hacerlo bien? si nosotras mismas no somos perfectas, así que respiremos un vez más y empecemos  por darnos un momento para nosotras mismas, y  revisar un poco sin juzgar, por favor, nuestro discurso acerca de la manera en que nos referimos a nuestro cuerpo y es que para bien o para mal nuestros hijos respiran lo que hacemos, lo que decimos y como nos vamos conduciendo en nuestro día a día. Si bien es cierto, que ya el exterior es lo suficientemente rudo, podemos empezar a observarnos para hacernos los días más ligeros a nosotras a nuestros hijos. “Cacha” cuando te digas: “es que estoy gorda” “es que no me gusta esto, de mi cuerpo” “es que sin esto estaría mejor”.
Empecemos por reconocer nuestro cuerpo como una maquinaria que funciona a la perfección y que tenemos mucho que hacer por él, descubre en tus días y discursos ¿qué no te gusta de tu cuerpo?, ¿por qué? y si quieres y puedes cambiarlo para finalmente aceptarlo y empezar a dejar de hablar mal de esa parte de ti, que de solo imaginar que no la tienes ya no serías tú, así será una manera de poder ejemplificar a nuestros hijos la importancia de reconocer, aceptar y cambiar.
Empieza hoy por algo pequeño, por verte al espejo y recuerda hablar bien de ti, para que de pronto tus hijos identifiquen a alguien que se acepta y respeta y de una manera natural. Nuestros hijos un día lo harán porque aprenderán que en nuestro pequeño mundo llamado hogar es como se trata a las personas y se respeta y lo harán de forma natural en su entorno.
Sé que no es tema fácil, busca ayuda con expertos, rodéate de gente que al menos tenga un halago a tu persona y aprende a aceptar, de pronto como intentamos que nuestros hijos aprendan un hábito, lo estarás haciendo tú y de manera natural aceptarás y respetarás a tu cuerpo.



Comentarios